Son muchos los que se independizan o los que, por los motivos que sean, deciden alquilar una vivienda para destinarla a vivienda habitual. En este sentido resulta siempre conveniente tener en cuenta algunos detalles para que la relación casero-inquilino sea lo menos “traumática” posible. En este post, te daremos las 6 claves a tener en cuenta a la hora de firmar un contrato de alquiler para que no tengas ningún problema futuro con el arrendador.
- Realiza una inspección de la vivienda: Busca de problemas o deficiencias de esta y coméntalas con el arrendador. Dichos problemas deberán mencionarse en el contrato de arrendamiento.
- Comprueba la duración del contrato: Si es para vivienda habitual, si la duración del contrato es inferior a 5 años, el contrato se renovará anualmente hasta ese mínimo plazo mencionado, salvo que el arrendatario avise al arrendador con una antelación mínima de 1 mes o el arrendador la necesite para su propio uso o el de sus familiares cercanos.
- Gastos de reparaciones y mantenimiento: Es de vital importancia verificar y en su caso, acordar con el arrendador quién se hace cargo de las pequeñas reparaciones generadas por el desgaste y hasta que punto se consideran “pequeñas reparaciones”, pues la LAU menciona que estas sean a cargo del arrendatario.
- Forma de pago: Verifica cual es la forma de pago, en el caso de que sea por transferencia deben constar el nº de cuenta del arrendador y si es el metálico es importante que se establezca que se girará recibo de cada entrega.
- Revisión de renta: En la mayoría de los contratos de arrendamiento se establece una subida de la renta pagada conforme al IPC. Revisa si en tu caso se establece así.
- Permisos del arrendador: Es conveniente que se mencionen las cláusulas relativas a tener animales domésticos, realizar obras en la vivienda, o el permiso para realizar determinadas actividades.